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Parecía que con la legislatura pasada habíamos tenido suficiente crispación, suficientes comentarios y afirmaciones que ponían en tela de juicio nuestro estado de derecho, suficientes irresponsables con discursos incendiarios…….Pero no es así.
Nos encontramos de nuevo ante un escenario de una inmoralidad y un peligro del que creo no somos conscientes. La velocidad a la que vivimos nos impide, en muchos casos, pararnos a analizar los mensajes que nos llegan desde las diferentes esferas, un bombardeo al que podríamos calificar de nuclear.
Situación de partida: interposición de denuncias en el seno del PP (ayuntamiento-comunidad de Madrid) sobre presuntos casos de seguimientos y espionaje. La dirección del PP ataja el asunto con unas declaraciones de
En los mismos días salta el caso Gürtel, trama de corrupción con numerosas ramificaciones que afectan al corazón mismo de la organización popular. Los casos son remitidos a los Tribunales de Justicia competentes (Madrid y Valencia, Supremo). El PP comienza una campaña de desprestigio hacía el Poder Judicial y su supuesto direccionamiento político a manos del PSOE. Se intenta crear una cortina de humo que distraiga a la opinión pública y que esta lo considere como un conflicto habitual y normal de las dos fuerzas políticas principales de nuestro país, confundiendo a la opinión pública y desviando la realidad jurídica del caso. Esta estrategia tiene sus efectos, el Ministro de Justicia, desafortunadamente, dimite. El caso sigue adelante, caen varios dirigentes de
Ante esta situación, que a las claras tiene un fundamento jurídico sólido: han causado la dimisión de alcaldes, diputados populares de Madrid, dimisión de tesoreros, solicitud de suplicatorio para poder investigar a dos aforados, etc. La respuesta del Partido Popular ha sido lanzar una campaña brutal contra nuestras Instituciones: tanto al Poder Judicial como al Poder Ejecutivo. Las manifestaciones realizadas han llegado a comparar nuestro Gobierno con el de una Dictadura. La carrera hacia la nada que ha comenzado el PP puede tener unas consecuencias imprevisibles.
Acusaciones sin aportar prueba alguna sobre supuestos casos de espionaje por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado hacia los dirigentes populares, dirigidas por el propio Gobierno. Acusaciones sobre la presión que supuestamente ejerce el Gobierno sobre el Poder Judicial para que actúe sobre el PP. En definitiva, un despropósito.
La estrategia del PP queda clara: CONFUNDIR a nuestra sociedad sin pararse a pensar sobre sus consecuencias, aunque quizás aquí vuelva a errar en mis planteamientos, a lo mejor esta totalmente justificado para conseguir un desapego de nuestra sociedad hacia la política, intentar que la ciudadanía considere que todos son iguales, que no hacen nada por mejorar nuestro entorno. De siempre pensé que nada es gratuito, que todo se hace con un fin, y en este caso el PP y según el eterno derecho divino a su poder lo tiene todo perfectamente planificado. EL PODER A CUALQUIER PRECIO, lo socialistas, consideran, no están preparados para gobernar, son una raza inferior a la que debemos derribar como sea.
CONCLUSIONES: Cuando el Poder Judicial comienza una investigación (más aún con la repercusión de los casos de los que estamos hablando) lo hace porque existen indicios claros de posible delito. Ningún Juez va a poner en peligro su carrera por algo sin fundamento jurídico. Aunque esto no quita que al final no exista condena alguna. Es del todo improbable que los Cuerpos de Seguridad del Estado se dediquen a espiar sin la autorización judicial pertinente porque es inconstitucional y supone un delito Penal, nadie va arriesgar su carrera y su libertad por órdenes políticas. Si esto no fuera así, que se presenten las pruebas que lo demuestren y sino, a callar.
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