sábado, 16 de julio de 2011

IDEOLOGÍA

Ahora resulta que no hay ideologías, que no existen grandes líneas estratégicas divergentes, que todo es lo mismo, que la política sólo se trata de nombres y no de ideas y proyectos…pues yo no lo comparto, no lo siento y no es cierto.
Esto lo digo porque el sr Monago, nuestro nuevo Presidente, del PP, en su debate de investidura así lo dijo, que no existen diferencias entre la derecha y la izquierda. Entonces yo le pregunto ¿Por qué milita usted en el PP? Por simpatía? Por imagen? Por casualidad? No lo creo, más bien será porque comulga con una forma de hacer las cosas, con un proyecto y tipo de sociedad concreta.
Y no me valen los fuegos de artificio, eso de meterse con los terratenientes extremeños, eso de ir en vaqueros y polo, eso de intentar imitar la forma de actuar de Ibarra…..que no cuela.
Me parece legítimo, pero sinceramente pienso que es puro marketing electoral.
Quizás también nosotros, los socialistas tengamos que entonar el mea culpa para que este tipo de mensajes tengan cabida. No hemos sido capaces de diferenciarnos, hemos tomado decisiones que van contra nuestros principios…pero donde manda capitán no manda marinero (esto no quita que las decisiones en cuestión se hayan tomado desde el convencimiento del interés general) y estas cosas nos llevan a este tipo de lecturas que la gente percibe…”todos son iguales”.
Pero soy optimista, estoy seguro, que los socialistas somos capaces de aprender de nuestros errores. Necesitamos acercarnos más a la gente, luchar por sus intereses frente a las grandes compañías bancarias (representantes actuales de los antiguos explotadores empresariales).
Comenzamos una nueva etapa donde deberemos poner en valor la ideología de izquierdas, recuperando principios tan básicos como “los que más tienen que paguen más”, redistribución de la riqueza, apoyo a los más débiles, cooperación al desarrollo, fomento de la economía productiva, etc, etc
Y que no traten de confundirnos, el extremeño, por sus siglos de historia es por naturaleza una persona de izquierdas, una persona que prima a sus vecinos por encima del dinero, que entiende que se debe ayudar a los que menos tienen, que sabe que por encima del bien individual está el colectivo y que entiende perfectamente que se deben hacer esfuerzos (impuestos) para garantizar unos servicios públicos de calidad y accesibles para todos.
En esta marabunta occidental hacia el neoliberalismo, somos la Galia que resiste, una región con pocos recursos pero con mucho corazón y que a pesar de este viraje hacia la derecha, en forma de castigo al PSOE nos servirá para tomar nota y recuperar nuestros fundamentos.
Extremadura volverá a ser de izquierdas (aunque así ha sido el resultado…).